INVASION BIOLOGICA
Una especie exótica de aves toma por asalto la Región
Nadie sabe explicar muy bien cómo llegaron, pero los estorninos amenazan con convertirse en una plaga
Activos, bullangueros, de tamaño mediano y plumaje negrusco, parecidos a nuestros “ Tordos” pero de diferente tamaño, son agresivos para con los gorriones y chingolos expulsándolos incluso hasta su desaparición.
Su nombre apenas se conoce hoy entre nosotros fuera de los círculos de entendidos. Sin embargo, los estorninos -una de las aves más perjudiciales del mundo- se encuentran instalados ya en nuestra región, donde amenazan con transformarse en los próximos años en una verdadera plaga.
Nadie sabe explicar muy bien cómo llegaron al país. Se cree que habrían que sido traídos desde América del Norte por importadores de pájaros que los dejaron en libertad al no poder venderlos. Lo cierto es que desde mediados de los ochenta, cuando en Bernal se registraron los primeros casales sueltos, la especie no ha dejado de multiplicarse en forma vertiginosa sin encontrar límite en la llanura pampeana.
No se trata de pequeños grupos dispersos. Avistadores de aves de nuestra Región aseguran haber divisado en los últimos meses bandadas enormes de ellos. "En Punta Lara, Parque Pereyra , Ministro Rivadavia y Magdalena se los vio volando en círculos como un enjambre de insectos, una conducta que tienen sólo cuando llegan a ser miles", asegura Julio Milat, Ornitológo .
Con una capacidad reproductiva muy alta, ya que llegan a duplicar su población año tras año, el "Sturnus vulgaris" -tal la denominación científica del estornino pinto- ocupa ya una amplia franja costera desde Tigre a Madgalena, según observaciones de la Dirección Nacional de Flora y Fauna Silvestres.
Pero además está poblándole conurbano, donde nidifica en huecos de árboles, debajo de aleros y estructuras industriales. Algunos ornitólogos sospechan que más allá de la disponibilidad de alimentos, el medio urbano les ofrece algún beneficio adicional relacionado con la temperatura, lo que influye en su permanencia.
Por su capacidad reproductiva y su voracidad (comen prácticamente de todo: desde insectos hasta alimento balanceado y basura), los estorninos pintos han empezado en los últimos a desplazar a otras especies locales sin encontrar todavía un predador natural que ponga freno a su avance.
"Son un poco como 'barrabravas' -dice Milat-. Los estorninos no sólo compiten con las especies autóctonas por el alimento sino también por los espacios de nidificación: se los ha visto incluso echar de sus nidos a pájaros carpinteros", afirma el especialista, quien sostiene que su avance no encuentra barreras naturales: "las aves rapaces que se alimentan de palomas tampoco suelen atacarlos porque no están acostumbradas a ellos".
UNA DE LAS MAS PERJUDICIALES
Originario de Eurasia, el estornino pinto se encuentra hoy en cientos de ciudades del mundo, y en algunas de ellas -como Vancouver y Roma- constituye una verdadera plaga. Junto con el “Quelea” del Africa se lo considera una de las especies más perjudiciales del mundo por el enorme daño que genera en los cultivos.
"La mitad de su dieta se compone de insectos; pero aprovechan además todo tipo de recursos alimentarios: granos, basura, frutales, leguminosas, gramíneas... Cuando detectan un feedlot o un tambo se precipitan sobre los alimentos y todo parece cubrirse con un inmenso manto negro. Al retirarse, lo negro se transforma en blanco porque dejan comederos, pisos y vallados cubiertos con sus heces", cuenta un especialista de la Dirección Nacional de Flora y Fauna Silvestres.
En los últimos años, ese organismo ha empezado a evaluar distintas estrategias para erradicar o, al menos controlar, a los estorninos. Y para ello cuenta con el apoyo de entidades conservacionistas como la Fundación Vida Silvestre y la Asociación Ornitológica del Plata, además de asociaciones de productores rurales.
Los especialistas temen que si no se adoptan medidas, esta especie podría llegar a multiplicarse en nuestro país a un punto en que ya no habría forma de ponerle freno. Así ocurrió en Estados Unidos, donde hace años se abandonó la idea de erradicarlos y hoy sólo se aplican medidas de control que no logran eludir pérdidas por millones de dólares en su producción agropecuaria cada año.
Una especie exótica de aves toma por asalto la Región
Nadie sabe explicar muy bien cómo llegaron, pero los estorninos amenazan con convertirse en una plaga
Activos, bullangueros, de tamaño mediano y plumaje negrusco, parecidos a nuestros “ Tordos” pero de diferente tamaño, son agresivos para con los gorriones y chingolos expulsándolos incluso hasta su desaparición.
Su nombre apenas se conoce hoy entre nosotros fuera de los círculos de entendidos. Sin embargo, los estorninos -una de las aves más perjudiciales del mundo- se encuentran instalados ya en nuestra región, donde amenazan con transformarse en los próximos años en una verdadera plaga.
Nadie sabe explicar muy bien cómo llegaron al país. Se cree que habrían que sido traídos desde América del Norte por importadores de pájaros que los dejaron en libertad al no poder venderlos. Lo cierto es que desde mediados de los ochenta, cuando en Bernal se registraron los primeros casales sueltos, la especie no ha dejado de multiplicarse en forma vertiginosa sin encontrar límite en la llanura pampeana.
No se trata de pequeños grupos dispersos. Avistadores de aves de nuestra Región aseguran haber divisado en los últimos meses bandadas enormes de ellos. "En Punta Lara, Parque Pereyra , Ministro Rivadavia y Magdalena se los vio volando en círculos como un enjambre de insectos, una conducta que tienen sólo cuando llegan a ser miles", asegura Julio Milat, Ornitológo .
Con una capacidad reproductiva muy alta, ya que llegan a duplicar su población año tras año, el "Sturnus vulgaris" -tal la denominación científica del estornino pinto- ocupa ya una amplia franja costera desde Tigre a Madgalena, según observaciones de la Dirección Nacional de Flora y Fauna Silvestres.
Pero además está poblándole conurbano, donde nidifica en huecos de árboles, debajo de aleros y estructuras industriales. Algunos ornitólogos sospechan que más allá de la disponibilidad de alimentos, el medio urbano les ofrece algún beneficio adicional relacionado con la temperatura, lo que influye en su permanencia.
Por su capacidad reproductiva y su voracidad (comen prácticamente de todo: desde insectos hasta alimento balanceado y basura), los estorninos pintos han empezado en los últimos a desplazar a otras especies locales sin encontrar todavía un predador natural que ponga freno a su avance.
"Son un poco como 'barrabravas' -dice Milat-. Los estorninos no sólo compiten con las especies autóctonas por el alimento sino también por los espacios de nidificación: se los ha visto incluso echar de sus nidos a pájaros carpinteros", afirma el especialista, quien sostiene que su avance no encuentra barreras naturales: "las aves rapaces que se alimentan de palomas tampoco suelen atacarlos porque no están acostumbradas a ellos".
UNA DE LAS MAS PERJUDICIALES
Originario de Eurasia, el estornino pinto se encuentra hoy en cientos de ciudades del mundo, y en algunas de ellas -como Vancouver y Roma- constituye una verdadera plaga. Junto con el “Quelea” del Africa se lo considera una de las especies más perjudiciales del mundo por el enorme daño que genera en los cultivos.
"La mitad de su dieta se compone de insectos; pero aprovechan además todo tipo de recursos alimentarios: granos, basura, frutales, leguminosas, gramíneas... Cuando detectan un feedlot o un tambo se precipitan sobre los alimentos y todo parece cubrirse con un inmenso manto negro. Al retirarse, lo negro se transforma en blanco porque dejan comederos, pisos y vallados cubiertos con sus heces", cuenta un especialista de la Dirección Nacional de Flora y Fauna Silvestres.
En los últimos años, ese organismo ha empezado a evaluar distintas estrategias para erradicar o, al menos controlar, a los estorninos. Y para ello cuenta con el apoyo de entidades conservacionistas como la Fundación Vida Silvestre y la Asociación Ornitológica del Plata, además de asociaciones de productores rurales.
Los especialistas temen que si no se adoptan medidas, esta especie podría llegar a multiplicarse en nuestro país a un punto en que ya no habría forma de ponerle freno. Así ocurrió en Estados Unidos, donde hace años se abandonó la idea de erradicarlos y hoy sólo se aplican medidas de control que no logran eludir pérdidas por millones de dólares en su producción agropecuaria cada año.
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