FLORENCIO VARELA .
Conurbano
violento
El extraño caso de
la joven violada cinco veces
Se animo a denunciar un abuso
múltiple, luego intento suicidarse varias, en la actualidad vive junto a su
familia encerrada por miedo a las amenazas de los denunciados que merodean en
la zona.
La noche calurosa del 10 de diciembre, se
presentaba tentadora para los miles de
jóvenes varelenses que salen a buscar diversion, sorteando callejuelas pantanosas
y con apenas algunas luces mortecinas, la juventud de las barridas emergen a disfrutar
la vida, aunque el disfrute a veces sea para pocos, pero no fue el caso de Paula Martinez, donde esa
noche viviria la peor de sus pesadillas.
Paula una
joven de 19 años con todos sus sueños intactos, propios de todo joven de esa edad, se vistió con lo mejor que
tenia y así salio rumbo a una fiesta, una oscura fiesta que por esa intuicion femenina, nunca quiso ir, solo empujada e incitada por una
vecina que hoy esta en la mira de las sospechas, señalada como entregadora.
La joven
Paula, padeció esa larga noche del 10 de diciembre de 2016, el calvario del abuso, de no menos
cinco hombres, aunque hay quienes se animan a decir que fueron más del doble,
fue ultrajada en lo mas intimo, fue victima de un plan sádico y perverso, su
cuerpo joven y atractivo fue fruto de la lascivia de los pervertidos
violadores que la venían deseando desde hace un tiempo, los cuales hoy están denunciados y al vivir la gran mayoría en el
mismo barrio, no paran de amedrentar no solo a Paula sino a su familia, incluso
señalan aun integrante de la policía local como el mayor enajenado a la hora de
vejar a la pobre Paula.
Además de
todo este ultraje, la victima padece la peor de las torturas psicológica, el deseo del
suicidio, para terminar con el calvario en la que la llevaron estas bestias, que
aun siguen sueltas y sin que nadie tome cartas en el asunto.
El relato de la
madre
“Hay cinco
que ella los conoce del barrio y otros tres que no los puede identificar, uno
es policía local acá, en Florencio Varela”, explicó Sandra Zapata, la mamá de
Paula Martínez, de 19 añosa la prensa.
“Ella, por
cómo quedó después de los abusos, perdió su trabajo, intentó suicidarse diez veces,
está en tratamiento psicológico y psiquiátrico”, relató la mamá, que dice que
todo empezó cuando una vecina de enfrente la invitó a un cumpleaños, “le
insistió para que fuese, la fue a buscar a la casa, para nosotros es la
entregadora. , cuando mi hija llegó a la fiesta, le dieron una bebida que tenía
droga, por los síntomas creemos que era burundanga, ella perdió el control
enseguida y fue recordando de a poco”.
“Ella se
fue de la casa con un chico, pero en la esquina la subieron a una camioneta
donde había otros que también conocía.
La llevaron a un casa acá a cinco cuadras”,
cuenta la mamá, que vivía arriba y ahora se mudó a vivir con ella y sus dos
nietos porque su hija no se anima a estar sola, “desde nuestra casa se ve la de
la de uno de ellos”.
Sandra
continúa con el relato: “Cuando llegan a la casa, bajan todos y había otros
más. Le dicen ‘nena, vamos para la pieza’.
Ella le decía al chico con el que fue: ‘Yo
vine con vos’. Él le dijo: ‘Qué vas a hacer si ya estás adentro’.
Tres horas estuvieron abusando de ella, cuando
se le fue retirando el efecto de lo que le habían dado, sintió dolor, y le
dijeron. ‘Pará, nena, que falta uno más'”.
La mujer
cuenta que si bien la denuncia la hicieron antes de las 72 horas, cuando ella
pudo recordar, en la comisaría “no le hicieron los hisopados, no la vio una
ginecóloga. Cuando ella estaba ahí declarando, no sé cómo se enteraron y ellos
aparecieron ahí”.
“La causa
quedó en la fiscalía 8 de Florencio Varela, dejamos una ropa interior que ella
tenía puesta ese día y un strapless con el que parece que se limpiaron los
violadores, que está siendo periciado.
Dicen que la filmaron, estamos pidiendo que la
Justicia rastree el video en las redes sociales o los teléfonos.
Hay gente que dice haberlo visto y que eran 12
tipos”, sostiene la mamá, que decidió junto a su hija hacerlo público porque
“tenemos miedo de que nos hagan algo, no sé la mafia que hay atrás”.
“Todos
viven cerca, cada vez que salimos tenemos que pasar por las casa de ellos.
Ya amenazaron a mi hija con que la iban a
matar, son de familias numerosas y recibimos insultos cuando salimos.
Además, pusieron al barrio en contra de mi
hija, dicen que ella es una atorranta”, relató Sandra, quien ya no sabe dónde
pedir ayuda.
“A ellos les tomaron una declaración
informativa, y se negaron a declarar.
Queremos Justicia y necesitamos irnos del barrio,
pero no tenemos dinero para hacerlo”, finaliza Sandra mama de la victima.