EL CASO GILBERTO COCCIOLI Y LOS
CONTACTADOS DE BURZACO
Por: Daniel Morone
Los casos en la Argentina basados en avistajes OVNIS fueron
tema tabú durante mucho tiempo y casi no se hablaba nada en ningún lado, pero
debo decir también que en Almirante Brown hubo un caso muy conocido que se lo
llamó en su momento, caso Gilberto Coccioli, un contactado de la zona de
Burzaco, ya desaparecido físicamente, tuvo un “Encuentro cercano del tercer
tipo” es decir, de ser a ser, según las crónicas de aquel momento.
Gilberto era un
hombre común, trabajador, reparaba bicicletas, un noche se despierta porque
siente una sensación extraña de salir a la puerta de su casa, y ahí estaba, una
supuesta persona, normal en apariencia, pero no hablaba, solo le indicaba a
Gilberto que lo siguiera, mentalmente según él, claro, eran otros tiempos
seguros y no como ahora, así lo hizo, lo acompañó hasta un lugar donde habían
unas canchas de futbol llamado “La lomita” y ahí estaba, a unos 150 metros de altura y
en estado de quietud una nave circular, como un holograma, Según él, ahí estaba,
la vio.
Se conmovió, sin
miedo, solo atinó a decir ¿Por qué a mí? Este ser le entregó en sus manos una
piedra del lugar donde vino, si, de su mundo, el lugar donde vive, no sé, don
Coccioli se guardó la piedra, al otro día recordó todo ese casi sueño vivido,
apenas tenía resto para decírselo al periodista que lo entrevistó, José de Zer
y canal 9, a
los televidentes, pero nadie le creyó, y yo menos.
Cuando terminó esa entrevista, me vino la idea de buscar por
mi mismo si esa piedra era de algún lugar cercano a esa casa, la de Gilberto, y
no encontré nada, fue analizada por expertos científicos y corroboraron que se
trataba de un mineral no conocido en la tierra.
Este caso es mucho
más largo de contar pero lo dejamos como un caso local de los más importantes
dentro de la temática OVNI y de los años.
El porqué están acá podemos decir después de tantos
avistajes en nuestra carrera, que “ellos” están para ayudar a sus “hermanos
menores” es decir nosotros, la intervención directa no es factible por una sola
razón, quitaría evolución a la humanidad, además, nada se aprendería.
Un cierto día, cuando todo era demasiado nuevo, un amigo de
mi hermano, empezó a tener ciertos cambios, él se pasaba las noches mirando el
cielo, y vio que luces raras surcaban la bóveda celeste, de a dos, de a tres, y
a veces mas, ¿Eran ovnis? Y sí, yo creo en la vida fuera de la tierra, me
preguntaba, ¿Cómo será vivir allá?
Estaba ávido de información y de libros que quería leer, el
programa iba viento en popa, era un científico amateur de la ufología, claro,
me inclinaba al estudio de campo como se dice en la jerga ufológica, ir con mis
compañeros de programa al lugar de los hechos, donde estaba la información, los
testigos directos de los avistajes y encuentros con esas luces, tal es así que
nos fuimos en un auto hasta la localidad de Alejandro Korn, al sur de la
provincia de Bs,As., nos íbamos a encontrar con una familia donde afirmaban
haber tenido un encuentro cercano del Tercer Tipo.
Yo llevé mi grabador tipo walkman, ¿Suena raro no? Con un
cassete virgen y unas cuantas preguntas a los dueños de casa, eran las 4.30 PM,
nos estaban esperando previo llamado, café de por medio las preguntas no se
hicieron esperar, una de las hijas rompió el hielo y comenzó diciendo que había
descendido una nave muy cerca del lugar donde Vivian y que estaban con cierto
asombro mezclado con miedo, ansiosas o algo parecido, a decir verdad escuchaba
el relato y me causaba cierta desconfianza, incredulidad, una mezcla de todo,
tenía presente lo que me había sucedido en la casa de mi amigo íntimo, Cacho,
yo también los vi, y que todo podía suceder, ellas vieron descender desde la
ventana de su casa un ser alto, de forma humana y luminoso, se acercó casi
hasta la vereda, era de noche, contaron, y desde ahí, las hermanas escucharon
muy dentro de sus mentes lo siguiente y en forma telepática: “No teman, soy un
mensajero de la divinidad, vengo para deciros que han sido llamadas por cuanto
suceda de aquí en mas y dentro de sus posibilidades, a dar vuestro testimonio de
todo lo que veréis de ahora en adelante”.
Una de las hermanas le preguntó quien era- Y muy calmo y
casi en un tono de profunda paz les dijo: mi nombre es Ashtar, Ashtar Sheran “.
Jamás había sentido ese nombre, me sonaba a algo imponente, un nombre cósmico
de las más importantes películas de ciencia ficción.
Mi pregunta no se hizo esperar: ¿Lo conocen? es decir: ¿Les
suena ese nombre? Ellas respondieron casi al instante juntas, NO, tenía la
sospecha que sí lo conocían, y que no me lo querían decir, solo por preservar,
creo, la información.
Luego siguieron con este relato que a mi corto entender se
llenaba de cosas y nada en concreto, es decir, para mí en ese instante, no
dejaba lugar a duda, este ser era como nosotros, nada de lo que me vendieron
los yanquis, pero, ¿De quien hablaban estas chicas? Esta realidad era para
ellas una experiencia única, y para mí, algo para resolver, o buscar en los
anales de mi investigación este nombre: Ashtar Sheran.
En esta historia
narrada escuché por primera vez dicho nombre. Era el año….ya no lo recuerdo.
Esta historia fue una de las más apasionantes que me tocó vivir, al menos para
mí.
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