La única verdad es la realidad
Movimiento radical
“El Frontón” Alte Brown
Pateando calles se ve la desidia, el abandono y la falta de
ideas, nuestros barrios son mudos testigos y en el nace un reclamo digno, pero
poco escuchado por los que debieran cumplir y hacer honor al verdadero
“Cambio”, ese que tanto pregonaron y supieron embanderar como caballito de
campaña.
¿ para que tanto alboroto y luces de victoria , para que
tanto palabrerio contra el otrora
caudillo de Calzada ?, si siguen la misma senda y peor, inmóviles de
ideas cursan los estrados del concejo deliberante de forma arrogante cual
levantadores de manos autómatas sin vida propia.
Son el fiel reflejo de una sociedad en decadencia,
aburguesada y con típicos gestos de oligarquía, después en total desparpajo se
rasgan las vestiduras, asestando al unísono que los radicales somos los tibios
e incapaces.
Nada esta librado al azar y todo se concatena con el mandato
divino de la Casa Rosada , ninguna gran obra esta resuelta en Alte Brown, nada
que deje un sello a quien aplaudir, “aplaudir”, de esos hay a montones que lo
hacen hasta para festejar el relleno de un bache con tierra, la lluvia y la
falta de limpieza hacen el resto.
Así están las cosas en nuestro distrito, un señor feudal con
un 72% de los votos, durmiendo junto a sus laureles soñando con ser gobernador,
mientras el municipio todo se cae a pedazos.
Municipio donde se proliferan las villas de emergencia y se
denuncian ventas de terrenos ilegales, donde la mancha de la corrupción es
silenciada por los medios amigos. Una intendencia carente de medidas que
reflejen soluciones reales, en cinco años de gobierno, el único logro fueron las
famosas palmeritas que nos costaros miles
de pesos cada una y el estricto corte de
pasto donde solo se pueda ver ,pero
dentro de los barrios el dengue hace estragos , una cantidad enorme de pintura
amarilla y varios edificios rebautizados con el nombre de un familiar del l
intendente.
Esa es la única verdad , la realidad lo que se ve y lo que
se sufre con aumentos en los impuestos que oscilan en algunos casos con el
400%, mientras que al comerciante lo someten a soportar las descocadas medidas
de un tal Guillermo Moreno,” Pescado para todos”, “carne para todos” y “verdura
para todos”, siempre eligen los centros comerciales para instalarse , afectando
y cuasi provocando al comerciante que paga sus impuestos , es que no tienen
otros lugares donde instalarse ?.
Por eso, la “máquina
de culpar” funciona a pleno y siempre se copian las recetas del Kirchnerismo,
dado que las soluciones no llegan.
El gobierno nacional necesita recuperarse del fracaso del anuncio
del acuerdo con Irán, del falso congelamiento, del intento de protagonizar (y
luego escapar) del funeral de Hugo Chávez y, ahora, de la elección de Su
Santidad Francisco, de la fuga de Vale y de la degradación de la nota de la
deuda externa argentina, sin mencionar los mantos de corrupción que tapan a
muchos funcionarios.
Los intentos de soluciones que se instrumentan son
espasmódicos y terminan por ser contraproducentes. Así, la idea de lanzar una
tarjeta de crédito oficial, obligatoria para ser usada en súper e hipermercados
(al parecer, ideal del CEO de Jumbo, que intentó bajar costos operativos para
potenciar ganancias), terminó por generar un gran disgusto en tarjetas como
Visa, que domina el mercado, o en las entidades bancarias emisoras que veían en
estos grandes locales comerciales clientes y aliados.
La idea resultó ser “piantavotos”, traicionando las
intenciones originales del secretario de Comercio Interior, Guillermo “Lassie”
Moreno, cuando adelantó el proyecto.
¿Cuántos votos le costaron a Cristina Fernández estas propuestas desacertadas? Como la ultima
de intervenir con plata del ANSES la
corrida del dólar blue , ilegal.
Esa es la pregunta
que se hacen los estrategas de la Casa Rosada. Sin embargo, correcta sería:
¿Cuántos votos le costarán al oficialismo media docena más de medidas
improvisadas que se anunciarán camino a las elecciones de Octubre?
La suerte tiene un límite. Durante seis años, el
kirchnerismo gozó del viento de cola. Durante tres más logró imponerse por la
fuerza, la inteligencia, la acción política y la carencia de una oposición
alternativa. Pero todo llega a su fin.
No será el Papa Francisco quien finalice con el kirchnerismo
o con el cristinismo talibán. No será la fuga de las grandes empresas, como
Vale, las que pondrán de rodillas al Gobierno. No será el éxito o fracaso en
asfixiar a Daniel Scioli lo que eliminará potenciales enemigos dentro del peronismo.
No será la improvisación constante la que desmenuce el poder del oficialismo.
Será la ciudadanía con su voto teniendo una alternativa.
La oposición y particularmente la Unión Cívica Radical debe
dejar de ser tibia y reaccionar, la comunidad nos lo pide a gritos.
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