Vecinos comprometidos
La Asociación histórica cultural “Villa Calzada” y un sueño concretado
Hace años que un reducido grupo de vecinos dio forma a un sueño que tenían muy bien guardado, transformándolo en realidad y luego de pasar un sin fin de obstáculos, muchos de ellos de orden político, que por alguna razón mezquina solo ponían palos en la rueda a este emprendimiento vecinal donde solo veían como el tiempo pasaba y la obra físicamente no lograba tener forma, ante la falta de un edificio no alcanzaba con reunirse en una casa amiga , fue entonces que la idea del museo propio para Rafael Calzada se había convertido en algo más que en una cruzada de unos pocos para pasar a ser parte de toda una comunidad .
Esta ardua tarea, que gente tozuda emprendió luchando contra los molinos de viento y tormentosas e inescrupulosas artimañas para que desistan; pero como todo tiene su tiempo y después de la tormenta siempre sale el sol, hoy se puede decir que la Asociación histórica tiene su lugar en la ciudad.
En la actualidad, el museo histórico y cultural funciona mediante un comodato firmado con las autoridades políticas de la U.C.R local en la figura del presidente del subcomité de Rafael Calzada Don Claudio Hermann, quien por unanimidad aceptó la propuesta para que esta entidad funcione por diez años y sea de utilidad cultural en la ciudad.
Un gesto que la comunidad sabrá valorar ante tanto sacrificio desplegado por estos denodados vecinos.
Cuando decimos o nombramos la palabra “vecinos”, no son todos. Como ocurre en casi todas las organizaciones, muchos acompañan y pocos son los que se comprometen de verdad y dejan su tan valioso tiempo personal, para que la noble causa que llevan a cabo de sus frutos.
Lo que el tiempo se llevó
Entrar al edificio es como cruzar un largo portal del tiempo, es encontrarse con el pasado que se resiste a morir, en muchos casos escondidos y aletargados despiertan de un sueño eterno: copas, faroles, piedras, mampostería de viejas casonas, ollas que pertenecieron a pioneros, mates ilustres, medallas recordativas y todo aquello que resulta ilustrativo para la nueva generación de chicos, que hurgando en el pasado buscan entender los hechos presentes.
Nos comentaba Diana Damico, la presidenta saliente, el trabajo incansable que les llevó recabar datos, fotos y testimonios de antiguos pobladores, clasificándolos en cajas muy al estilo de las antiguas bibliotecas.
Estos artesanos de la historia vernácula cuentan también con dos profesionales muy dedicados, los antropólogos Cintia Riquelme y Gabriel Fernández que tienen a su cargo el rescate y estudio de piezas arqueológicas, encontradas en excavaciones permitidas por sus propietarios, donde se pueden apreciar distintos elementos, como botellas, vasijas y restos de losa antigua pertenecientes a familias originarias, donde se aprecia las diferentes costumbres y modas de entonces.
Personajes ilustres
En la entidad es común encontrarse y tener una larga charla con dos destacados vecinos de la zona, verdaderos libros abiertos como son don Oscar Rincón y Julia Augurio de Damico.
Oscar Rincón es un comprometido tradicionalista, defensor del sentir nacional y dueño de un extenso linaje en cuanto a su apellido.
Los Rincón siempre estuvieron presentes en la historia de esta tierra y como tal, haciendo honor a sus antepasados, don Oscar es un colaborador activo de la Asociación Nativos de Alte. Brown; otra entidad señera en el partido, que supo albergar a varios ilustres y memoriosos vecinos, teniendo su sede en la localidad de Adrogué, para aquellos observadores es el castillo de estilo medieval italiano que emerge majestuoso sobre la calle Rosales, frente a la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos de Adrogué.
También a la familia Rincón le debemos el cuidado del famoso “ombú “ que ya lleva tres siglos de vida, verdadero testigo del tiempo y de la historia argentina , en él, varios personajes de la patria hicieron noche en las duras contiendas de la revolución y supo ser parador obligado para las tropas que se encaminaban a la conquista del desierto, pero quizás el galardón máximo lo obtiene por haber sido el lugar donde el Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, descansó y mateó al abrigo de su frondosa sombra.
Julia Augurio de Damico,”Julita”, es quizás la testigo viviente de aquellos días donde la ciudad era una gran aldea rodeada de chacras y arboledas infinitas, donde todo estaba por hacerse, por descubrirse; pueblo que se llamaba “Villa calzada”. Poseedora de una memoria envidiable, supo plasmar en este periódico innumerables anécdotas e historias urbanas que solamente podían ser contadas por ella. Julita es el estandarte que aglutina a los vecinos de Calzada, orgullo y símbolo de perseverancia. Lo que le ha merecido ser hoy la Presidenta Honoraria de esta Institución .
Julita Augurio de Damico frente al escudo de la Institución
Presente y el futuro
En la actualidad la institución esta presidida por Roberto Cafarelli quien junto a su esposa Silvia Carnnuccio se encargan de administrar y recibir a los visitantes que no son pocos. En ellos recae la tarea de recolectar donativos y explicar el tratamiento que recibirá cada pieza. Aún la más pequeña, conserva un bagaje histórico cultural muy importante.
Como toda entidad organizada y bien administrada, cuentan con un joven entusiasta como tesorero y es Gabriel Coceres, quien también suma en esto de resguardar el patrimonio cultural.
El presente muestra un panorama de objetivos realizables. Para el futuro, entienden que la juventud inquieta de preguntas, será la beneficiada. Dejan así, una constante que mantendrá la llama que un día se encendió en la antigua casona de los Damico, que nunca dejará de brillar por más fuerte que soplen los vientos.
Para quienes estén interesados en visitar este Museo, dirigirse a la calle Rafael Calzada esquina Arias, es un triángulo que esta a una cuadra de la estación. Aquellas entidades educativas que deseen realizar visitas guiadas o contingentes, pedir turno con anticipación al tel: 4219-7296, familia Damico.
La Asociación histórica cultural “Villa Calzada” y un sueño concretado
Hace años que un reducido grupo de vecinos dio forma a un sueño que tenían muy bien guardado, transformándolo en realidad y luego de pasar un sin fin de obstáculos, muchos de ellos de orden político, que por alguna razón mezquina solo ponían palos en la rueda a este emprendimiento vecinal donde solo veían como el tiempo pasaba y la obra físicamente no lograba tener forma, ante la falta de un edificio no alcanzaba con reunirse en una casa amiga , fue entonces que la idea del museo propio para Rafael Calzada se había convertido en algo más que en una cruzada de unos pocos para pasar a ser parte de toda una comunidad .
Esta ardua tarea, que gente tozuda emprendió luchando contra los molinos de viento y tormentosas e inescrupulosas artimañas para que desistan; pero como todo tiene su tiempo y después de la tormenta siempre sale el sol, hoy se puede decir que la Asociación histórica tiene su lugar en la ciudad.
En la actualidad, el museo histórico y cultural funciona mediante un comodato firmado con las autoridades políticas de la U.C.R local en la figura del presidente del subcomité de Rafael Calzada Don Claudio Hermann, quien por unanimidad aceptó la propuesta para que esta entidad funcione por diez años y sea de utilidad cultural en la ciudad.
Un gesto que la comunidad sabrá valorar ante tanto sacrificio desplegado por estos denodados vecinos.
Cuando decimos o nombramos la palabra “vecinos”, no son todos. Como ocurre en casi todas las organizaciones, muchos acompañan y pocos son los que se comprometen de verdad y dejan su tan valioso tiempo personal, para que la noble causa que llevan a cabo de sus frutos.
Lo que el tiempo se llevó
Entrar al edificio es como cruzar un largo portal del tiempo, es encontrarse con el pasado que se resiste a morir, en muchos casos escondidos y aletargados despiertan de un sueño eterno: copas, faroles, piedras, mampostería de viejas casonas, ollas que pertenecieron a pioneros, mates ilustres, medallas recordativas y todo aquello que resulta ilustrativo para la nueva generación de chicos, que hurgando en el pasado buscan entender los hechos presentes.
Nos comentaba Diana Damico, la presidenta saliente, el trabajo incansable que les llevó recabar datos, fotos y testimonios de antiguos pobladores, clasificándolos en cajas muy al estilo de las antiguas bibliotecas.
Estos artesanos de la historia vernácula cuentan también con dos profesionales muy dedicados, los antropólogos Cintia Riquelme y Gabriel Fernández que tienen a su cargo el rescate y estudio de piezas arqueológicas, encontradas en excavaciones permitidas por sus propietarios, donde se pueden apreciar distintos elementos, como botellas, vasijas y restos de losa antigua pertenecientes a familias originarias, donde se aprecia las diferentes costumbres y modas de entonces.
Personajes ilustres
En la entidad es común encontrarse y tener una larga charla con dos destacados vecinos de la zona, verdaderos libros abiertos como son don Oscar Rincón y Julia Augurio de Damico.
Oscar Rincón es un comprometido tradicionalista, defensor del sentir nacional y dueño de un extenso linaje en cuanto a su apellido.
Los Rincón siempre estuvieron presentes en la historia de esta tierra y como tal, haciendo honor a sus antepasados, don Oscar es un colaborador activo de la Asociación Nativos de Alte. Brown; otra entidad señera en el partido, que supo albergar a varios ilustres y memoriosos vecinos, teniendo su sede en la localidad de Adrogué, para aquellos observadores es el castillo de estilo medieval italiano que emerge majestuoso sobre la calle Rosales, frente a la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos de Adrogué.
También a la familia Rincón le debemos el cuidado del famoso “ombú “ que ya lleva tres siglos de vida, verdadero testigo del tiempo y de la historia argentina , en él, varios personajes de la patria hicieron noche en las duras contiendas de la revolución y supo ser parador obligado para las tropas que se encaminaban a la conquista del desierto, pero quizás el galardón máximo lo obtiene por haber sido el lugar donde el Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, descansó y mateó al abrigo de su frondosa sombra.
Julia Augurio de Damico,”Julita”, es quizás la testigo viviente de aquellos días donde la ciudad era una gran aldea rodeada de chacras y arboledas infinitas, donde todo estaba por hacerse, por descubrirse; pueblo que se llamaba “Villa calzada”. Poseedora de una memoria envidiable, supo plasmar en este periódico innumerables anécdotas e historias urbanas que solamente podían ser contadas por ella. Julita es el estandarte que aglutina a los vecinos de Calzada, orgullo y símbolo de perseverancia. Lo que le ha merecido ser hoy la Presidenta Honoraria de esta Institución .
Julita Augurio de Damico frente al escudo de la Institución
Presente y el futuro
En la actualidad la institución esta presidida por Roberto Cafarelli quien junto a su esposa Silvia Carnnuccio se encargan de administrar y recibir a los visitantes que no son pocos. En ellos recae la tarea de recolectar donativos y explicar el tratamiento que recibirá cada pieza. Aún la más pequeña, conserva un bagaje histórico cultural muy importante.
Como toda entidad organizada y bien administrada, cuentan con un joven entusiasta como tesorero y es Gabriel Coceres, quien también suma en esto de resguardar el patrimonio cultural.
El presente muestra un panorama de objetivos realizables. Para el futuro, entienden que la juventud inquieta de preguntas, será la beneficiada. Dejan así, una constante que mantendrá la llama que un día se encendió en la antigua casona de los Damico, que nunca dejará de brillar por más fuerte que soplen los vientos.
Para quienes estén interesados en visitar este Museo, dirigirse a la calle Rafael Calzada esquina Arias, es un triángulo que esta a una cuadra de la estación. Aquellas entidades educativas que deseen realizar visitas guiadas o contingentes, pedir turno con anticipación al tel: 4219-7296, familia Damico.
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