La batalla de Punta Indio
El otro 2 de Abril
Quedara marcada en
la historia argentina como una sangrienta muestra del egoísmo humano por
acceder al poder mediante las armas, dejando 9 vidas y 29 mutilados en este
juego de unos intolerantes en apenas 48 horas.
La convulsionada y anárquica década del 60
vio nacer dos facciones en las Fuerzas Armadas. Azules y Colorados se
enfrentaron duramente en 1962 y 1963, llegando al derramamiento de sangre.
El anterior choque en 1962, que dejó 24
muertos y 87 heridos, se inició con un alzamiento del bando Colorado que buscó
derrocar al presidente José María Guido.
En
tres días los Azules se impusieron, lo que dio paso a purgas masivas en el
Ejército y la Armada.
En
ese momento, las tensiones internas del Ejército se tensaron hasta el conflicto
armado.
Por
un lado estaban los "azules", quienes consideraban al peronismo como
un posible recurso en contra del avance del comunismo debido a su raigambre
católica y nacional.
Por
otro lado, los "colorados", que eran acérrimos antiperonistas,
consideraban el peronismo una especie de antecedente del comunismo,
Luego
de los enfrentamientos que llegaron a tener como escenario algunas plazas de la
Capital Federal predominaron los azules, acaudillados por el general Juan
Carlos Onganía, pero la gran batalla, olvidada para algunos historiadores se
registro en la zona costera de Punta Indio.
EL OTRO 2 DE ABRIL
Existió
otro 2 de abril, lamentablemente para el derramamiento de sangre entre hermanos
y fue un día soleado de 1963.
A
pesar de los rumores castrenses, nada daba para pensar que la paz social se rompería.
Una mañana radiante de de sol fue la elegida
por los conspiradores comandados por el sanguinario Almirante Rojas y fue el
quien propicio al plan de los
conjurados, que pretendían ungir presidente a un conspirador veterano, el
general retirado Benjamín Menéndez, "comandante en jefe de las fuerzas
revolucionarias de Aire, Mar y Tierra".
LA LIBERTADORA NO
PERDONO
La
Armada se sumó casi en pleno a la sublevación.
En
el Ejército, los rebeldes contrarios a la cúpula azul, encabezados por el General
retirado Federico Toranzo Montero, lograron controlar algunas unidades del
interior, mientras que en la Fuerza Aérea no pudo imponerse el sector
minoritario del comodoro Lentino.
Para
comprender esta pelea hay que retroceder a 1955, a la llamada
Revolución Libertadora que derrocó a Perón y proscribió su movimiento.
En
1958, Arturo Frondizi pactó y ganó las elecciones con los votos del líder
exiliado.
Los
militares no se lo perdonaron, y menos que recibiera en secreto al Che Guevara
en agosto de 1961.
Frondizi
fue derrocado ocho meses después y en su lugar asumió el senador Guido,
condicionado por el "Partido Militar".
La gran batalla
El
combate más grave involucró al Regimiento C 8 de Tanques con asiento en Magdalena
y a su vecina Base de Aviación Naval de Punta Indio.
El
comandante de Punta Indio, Capitán de navío Santiago Sabarots, intimó sin éxito
al jefe tanquista, coronel Alcides López Aufranc, a unirse a la revuelta.
Desde una avioneta se arrojaron panfletos
dando 20 minutos de plazo previos al ataque. "El escuadrón era un
hormiguero, y la orden fue evacuar el cuartel.
A
las 12.30 comenzó a ser atacado por aviones Panther y Corsario con fuego de
metralla, bombas incendiarias y destructivas" , recuerda el conscripto
clase 42 Hermindo Belastegui.
EL C8 NO SE RINDE
Impactado
por años por esa vivencia, este ex obrero metalúrgico plasmó su recuerdo en El
C-8 no se rinde, un libro que logró sacar a la calle muchos años después.
El
libro relata cómo fueron atacados todo el día con más de cien bombas, también
de napalm.
La
tragedia de magdalena fue escalofriante,
todo el cuartel fue destruido por las bombas
donde los soldados conscriptos fallecido llegaron a 9 y 22 mutilados.
EL CONTRATAQUE DEL
ZORRO DE MAGDALENA
El
jefe del escuadrón de tanques de Magdalena Coronel Alcides Lopez Aufranc,
apodado el “Zorro de Magdalena “ en clara alusión al General Erwin Rommel el zorro del desierto, desplegó todo su
poderío de tanques que lo tenia
escondido previamente entre los matorrales para no ser divisado por los
aviones Panther de la marina de guerra .
Luego
de comprobar los destrozos que dejaron los bombardeos, arengo a su tropa
sentado en un tanque y señalando, En marcha a Punta Indio y que no quede nada!!!.
Cuentan
algunos habitantes de la localidad rural, que fue impresionante el despliegue de tanques por los campos y las cosechas, incluso las
calles, el clima bélico se respiraba con
gran preocupación entre los vecinos, encerrados en sus casas veían pasar las
columnas de tanques rumbo un escenario que en minutos se convertiría en un
infierno.
Ya
en Punta Indio y a metros de la base aérea Naval, el Coronel tanquista, ordeno
detener a los blindados, es que un llamado del General Ongania y el ascendente Coronel
Lanusse le hicieron reconsiderar para la venganza, por temor a que el pueblo de
Punta Indio sea victima de los combates .
Pasaron
toda la noche apostados frente a la base aérea, con los cañones siempre
apuntando al objetivo, hasta que el ruido ensordecedor de los bombarderos de la
Fuerza Aérea "leal" contraatacó sobre la base aérea de Punta Indio, librándose
una batalla aire tierra descomunal.
Cuando
los blindados del 8 entraron en la base ya no había nada que hacer.
En
tierra había destruidos 24 aviones navales; 5 infantes de marina habían muerto
y su jefe el Capitán de navío, Sabarots se escapaba al Uruguay.
Dos
días después las fuerzas el alzamiento de los colorados, pergeñadas por el
Almirante Rojas, había fracasado, los
rebeldes capitularon el 5 de Abril ante el Gobierno.
Lamentablemente nadie se acordó de los soldados de infantería de marina que estábamos en los campos, sin saber que pasaba y nos caían las bombas, muchos compañeros murieron y algunos todavía podemos acordarnos de esos momentos.
ResponderEliminarimpresionante,gran relato !!!
ResponderEliminarPara los que tenemos algunos años este articulo nos refresco la memoria
ResponderEliminarA los militares nunca les interesó la tropa
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