Furiosa por el
inminente pase de Insaurralde, Mónica López tiende puentes con el PRO
La diputada provincial y candidata a gobernadora podría seguir los pasos
de Gustavo Posse.
El entorno de Mónica López dejó
trascender en las últimas horas el disgusto que tiene con Sergio Massa. El
amplio espacio que los intendentes massistas le dieron a Francisco de Narváez
apenas ingresó al Frente Renovador y el posible arribo de Martín Insaurralde
terminaron de enojar a la diputada provincial, que ya empezó a tender puentes
con el PRO siguiendo los pasos de Gustavo Posse, con quien venía trabajando y
quien sonaba para ser su compañero de fórmula.
El manejo de alianzas del tigrense
en la Provincia y la posible llegada de Insaurralde el 18 de febrero -el día de
la marcha de los fiscales-, está haciendo rever a López su posición dentro del
Frente Renovador, según se pudo saber de fuentes cercanas a la diputada
provincial.
Su esposo y diputado nacional,
Alberto Roberti, lo expresó a su manera en su cuenta de Twitter. “Es dificil
competir pero muy perverso es hacerlo contra candidatos nuevos todas las semanas”,
dijo el sindicalista petrolero.
La diputada de Avellaneda mantuvo
conversaciones con Juanjo Alvarez, jefe de campaña de Massa, y le habría
adelantado que ante este escenario, al que se suma Francisco De Narváez, ella
continuará hablando con la gente de Mauricio Macri en la provincia, tal como
viene haciéndolo desde hace unas semanas.
Pero no es la única candidata que
está en zona de riesgo. El propio Posse ya dio el portazo. Darío Giustozzi está
golpeado en Almirante Brown, su bastión, no levanta en las encuestas y se mueve
en medio de versiones que lo apuntan a un manotazo hacia el FPV de la mano de
Florencio Randazzo.
Jesús Cariglino sigue adentro, por
ahora, pero trabaja en su armado propio con distancia de los massistas puros.
El líder de Malvinas Argentinas no está dispuesto a competir junto al Colorado,
al que dentro del FR le dan la bienvenida. Es uno de los que más trabaja en las
últimas semanas para atraer a Martín Insaurralde a la orilla massista, con
quien sí se ve en una fórmula.
La llegada de MI no es un problema
para De Narváez, según comentaron los propios operadores del Colorado a este
medio. Están dispuestos a competir con él, pero en cambio provocaría la salida
de López, que empieza a mostrar cierto recelo por las alianzas a las que se
juega el tigrense. De todas formas, muchos imaginan a Insaurralde quedándose en
Lomas de Zamora.
El que se lanzó oficialmente fue
Felipe Solá, el sábado, secundado por Massa y con la visita del Colorado, que
no se quiere perder una. Sin embargo, no parece ser el tiempo del ex
gobernador, aunque él asegura que no se baja a un segundo puesto.
Fuente, LPO
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