Frutas y verduras para pocos y pocas
Los precios en las fruterías y verdulerías
llegaron a niveles exorbitantes. La naranja, el tomate, la manzana y los huevos
figuran entre los alimentos que más aumentaron
Mientras el
secretario de Comercio Interior de la Nación, Guillermo Moreno, se llena la boca con mentiras y ratifica las
insostenibles cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) que
nada tienen que ver con la realidad -“la inflación es la que publica
habitualmente el Indec”, fue la insólita respuesta del polémico funcionario K a
los reclamos de la oposición- los precios de las frutas y las verduras siguen
aumentando indiscriminadamente. Y no dan tregua a los bolsillos de los
consumidores.
Esta difícil
situación, que ya venía siendo advertida, se está tornando cada vez más
preocupante. Y no son pocos los alimentos de consumo básico, como la naranja,
el tomate o la manzana, cuyo valor sigue elevándose en las verdulerías y
comercios de barrio.
De acuerdo a un
relevamiento por algunos negocios locales, el kilo de manzana roja grande
orilla los trece pesos, acomodándose en los $ 12,90. En tanto, el kilo de pera
ya está a doce pesos y la ciruela dulce cuesta, nada más ni nada menos, que $
22.
Casos similares
se encuentran en el último informe presentado por el titular de la entidad
Consumidores Libres, Héctor Polino, quien aseguró que el kilo de naranja
aumentó en el mes de abril un 18,33% y el kilo de tomate perita un 6,78%.
Finalmente, en
este mismo estudio, otros ejemplos significativos se registran en el kilo de
banana (que subió un 14,71% y se consigue a partir de los diez pesos en las
verdulerías) o la docena de huevos de color (que ascendió un 4,25% y cuesta
entre 11 y 13 pesos).
No alcanza ni para una manzana
Lo cierto es que,
hoy por hoy, para cualquier familia de cuatro integrantes que desee llenar su
canasta con frutas y verduras la tarea se convertirá en un verdadero suplicio,
ya que el cálculo estimativo de una compra que contemple 2 kilos de tomate; 1
kilo de manzana; 2 kilos de banana; 2 kilos de naranja; 2 kilos de papa; 1 kilo
de cebolla; 1 docena de huevos de color; 2 kilos de acelga y dos atados de
rúcula supera tranquilamente la suma de cien pesos.
“La plata no
alcanza. La gente hoy tiene una gran preocupación, además de otros temas que
tienen que ver con la vida cotidiana, ya que el dinero no alcanza para llegar a
fin de mes”, dijo a Hoy la titular del Centro de Educación al Consumidor (CEC),
Susana Andrada. Y agregó: “recortar
no se puede recortar más y todo lo que es alimentos es lo que más ha subido”.
En este marco, la
presidenta del CEC indicó a este medio que, además de la cuestión
inflacionaria, “las frutas y verduras generalmente tienen subas y bajas muy
fuertes durante el año y muchas veces se deben a cuestiones estacionales o
climáticas”.
“Pero no sólo las
frutas y verduras aumentaron, sino que a través de distintos relevamientos que
hacemos las asociaciones, el resultado da que todos alimentos siguen
aumentando”, explicó Andrada, quien sostuvo además que “estamos hablando de la
papa, de los fideos, de lo que pueden llegar a ser las familias de las harinas
y los lácteos. Esos productos siguen aumentando formalmente”.
Empresarios amenazan con parar la producción y crece la
incertidumbre
Mientras los
precios en las verdulerías siguen acelerándose al compás de la espiral
inflacionaria, el secretario general del Sindicato de la Fruta, Alcides Camejo, informó que los
empresarios citrícolas “pararán” la producción “el viernes próximo”, si no reciben
respuestas de Nación sobre los montos que se les adeudan.
La decisión se
comunicó el último jueves en el marco de una reunión paritaria en la cual se
debía discutir un aumento salarial para los empleados. Los obreros que piden
35% de incremento recibieron la propuesta de un 20% a pagar en tres cuotas: “8
por ciento para cobrar en mayo, 6 por ciento en julio y otro 6 por ciento en
septiembre”, detalló Camejo.
La misma fue
rechazada y generó “más preocupación” en el sindicato cuyos delegados están siendo
“contenidos” pues quieren concretar medidas de fuerza, advirtió Camejo.
Organizaciones sociales combaten la inflación con ollas
populares
Bajo el lema “La
inflación mata”, organizaciones sociales se reunieron en plazas de todo el país
para realizar cien ollas populares con el fin de combatir “la situación
insotenible” que se registra en varios barrios de escasos recursos cuya
realidad el Gobierno K sigue pasando por alto.
En este contexto,
cabe señalar que el evento también llegó a nuestra ciudad, con ollas en las
calles 7 y 60; 7 y 50; 7 y 48 y la Estación de Tren.
“No hay
expectativas de cambio”
Susana Andrada, resaltó que “acá no hay muchas
expectativas de cambio, no va a cambiar algo en relación a los precios y a la
inflación”.
“Yo creo que vamos a seguir con una inflación
alta, como es la que hemos tenido hasta ahora y con un resultado económico en
relación a los acuerdos de precios que claramente ya ha marcado que es un
fracaso”, destacó la
titular del CEC.
Y añadió: “puede
ser que no aumenten diez productos que fueron acordados con el Gobierno, que
son productos de la canasta básica. Pero están los precios y no están los
productos. O sea, acá hay un daño muy grande al consumidor, que se tiene que
guiar por otras marcas que siguen aumentando y que el Indec no las mide”.
Llego el desabastecimiento
La falta de
abastecimiento continúa haciéndose notoria en distintos puntos del país. En las
últimas horas, se conoció la información de que en pequeños comercios de Paraná
se evidenciaron problemas con productos tales como el aceite y la lavandina.
En el primer
caso, son las primeras marcas que no se consiguen y, respecto al segundo,
escasea al parecer porque la materia prima con que se fabrica, es importada.
El problema “no
es nuevo”, dijo Antonio Bluotto, referente del Centro de Almaceneros de Paraná.
Y, respecto al aceite, subrayó que “las primeras marcas no se consiguen,
incluso algunas tradicionales”.
Según se supo,
para lograr proveerse de algunas botellas, los almaceneros locales tienen que
comprar “combos” que vienen mezclados con otros productos que no siempre son
bienvenidos, una modalidad que también se registró en su momento en los
hipermercadosmayoristas.
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