El dato es alarmante: en la provincia de Buenos Aires se formaron 90 villas nuevas en los últimos 5 años. Un dato que no figura ni lo hará en los spots reeleccionistas de Daniel Scioli ni de Cristina Fernández.
Según una extensa investigación, que demandó durante varios meses el trabajo de 600 voluntarios, quienes recorrieron el conurbano bonaerense y entrevistaron a referentes de esos barrios, como así también a intendentes, se han creado 90 villas nuevas sólo en los últimos 5 años.
De acuerdo con el informe de la organización 'Un Techo para mi País', publicado por el diario 'La Nación', en una década, la población que habita en medio de la exclusión y la pobreza creció un 55% desde 2001, aunque los mayores incrementos se dieron en los últimos 5 años.
En números, suman más de medio millón las familias que deben enfrentar diariamente la falta de recursos, la marginalidad, las drogas y los delitos, entre otras carencias y dificultades por vivir en medio de la pobreza, la indigencia y precarias casillas.
De ellas, el grueso está conformada por personas que llegaron de Bolivia y Paraguay. En cuanto a los argentinos, el 82,8% provenie del interior del país.
Hoy llegan a 864 los asentamientos instalados en los distintos cordones de los suburbios de la Capital.
Según el estudio, La Matanza con 156 villas (que albergan a 120.236 familias) concentra el grueso de los asentamientos precarios del Gran Buenos Aires. Los municipios que siguen con mayores problemas de vivienda son los de Quilmes (65 asentamientos y 35.713 familias en malas condiciones sociales), Moreno (49 y 14.210), Pilar (48 y 43.855) y Merlo (42 y 19.965, respectivamente).
Lomas de Zamora, en tanto, si bien cuenta con un número bastante inferior de barrios de emergencia (41), proporcionalmente es el distrito con más personas en situación de riesgo, ya que son habitados por 55.670 familias.
Según el sondeo, en el 65,4% de las villas continúa en forma incesante la construcción de precarias casillas, producto de la llegada de nuevos pobladores y de su propio crecimiento demográfico, con generaciones de habitantes nacidos en esos barrios.
"El crecimiento de los asentamientos, aun en contextos económicos favorables y pese a los distintos programas sociales, da cuenta del carácter estructural del fenómeno", sostiene el informe.
En el 82,8% de los casos, migrantes argentinos, provenientes del interior en busca de un mayor acceso a servicios esenciales, conviven con extranjeros, principalmente llegados de Paraguay y de Bolivia.
La provincia de Chaco, gobernada por Jorge Capitanich, es la que más personas deriva al conurbano, con el 19,5% de los habitantes de las villas con ese origen.
Santiago del Estero, con 16,2%, y Corrientes, con 15,6%, completan los lugares de nacimiento más repetidos entre los vecinos de asentamientos precarios.
Diferente es el caso de Chubut, Río Negro, Neuquén, San Luis, Mendoza, La Rioja, Catamarca y San Juan, que aportan menos del 1% de los habitantes de las villas de ese sector de la provincia de Buenos Aires.
Pero no cualquiera puede instalarse en un asentamiento. Los nuevos deben pagar su cuota de ingreso. Los habitantes del 72,6% de las villas aseguraron que se comercializa la tierra de esos barrios marginales. Si no se tiene dinero, tampoco puede conseguirse el techo. En la mayoría de los casos son los propios habitantes del lugar los que imponen el valor de la parcela, mientras que en el 21,8% de las villas se reconoció que "alguna persona o grupos de personas gestionan la distribución de terrenos en su propio beneficio".
Tras analizar el escenario determinado por el informe, Agustín Alcorta, director social de 'Un Techo para mi País', señaló: "Más de dos millones de personas viven en villas del Gran Buenos Aires. Ahora sabemos cuántas familias son, dónde están y de que forma viven, ya no hay lugar para excusas."
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