QUILMES:
Escándalo por
maniobras fraudulentas complican la situación del parque industrial
Empresarios preocupados del Parque Industrial de Bernal
Oeste, dejaron trascender algunos pormenores de la crítica situación generada
por variados desmanejos, lo que generó una demanda sobre el abogado Néstor
Ciabattoni, letrado de Horacio Castagnini, aún titular de la Unión Industrial,
y contra Ignacio Carpintero, jefe del Polo Industrial de Bernal Oeste, y que se
suma al pedido de remate y la abultada deuda que el Parque mantiene con el
fisco Bonaerense, la que suma unos 155 millones de pesos.
Ante esta difícil situación, el pasado 3 de enero, la
Asociación Propietarios del Parque Industrial Quilmes (APPIQ) envió una
notificación a ARBA informando que se le entregó a la Unión Industrial y a la
Comisión Directiva, la valuación individual de las parcelas y el coeficiente
que representa cada una de ellas sobre la valuación total del predio. Informe
que va desde el 2010 al 2018.
En uno de los párrafos la APPIQ es muy clara: “Consideramos
que este es el primer paso para resolver el problema del impuesto
inmobiliario”.
Líneas siguientes afirma: “debemos todos nosotros controlar
la determinación de la deuda y decidir los procedimientos adecuados para
proceder a saldar lo realmente debido”.
Asimismo, se advierte que la Comisión realizó consultas para
determinar cuál es el impuesto de cada propietario. Además, se aclaró que se
convocará a una asamblea para resolver conjuntamente lo adeudado.
Tras recibir la notificación, se generó confusión y hasta
descreimiento en numerosos propietarios, quienes afirmaron que “desde la Unión
Industrial y de la Comisión del Parque dicen que ARBA determino la deuda, pero
no puede dividirla en cada propietario; sabemos que ARBA no intervino por
comentarios varios; es decir que esto lo hicieron ellos y dijeron que lo hizo
ARBA”.
A esta situación se suma la durísima denuncia contra la
Unión Industrial de Quilmes (UIQ) por parte de numerosos empresarios del Parque
Industrial por varias irregularidades, entre ellas las de presuntas deudas
millonarias y la falta de papeles vitales para su funcionamiento, cuestión que
se empieza a debatir en la Justicia y en Personas Jurídicas.
La delicada situación, sumado a que se empezó a conocer
públicamente lo gravedad del tema, generó malestar contra las autoridades de la
Unión Industrial de Quilmes y del Parque Industrial, lo que supuso escraches
tanto contra Horacio Castagnini, hasta hoy titular de la UIQ, y contra el
vecino de Avellaneda, Ignacio Carpintero, a quien se lo menciona como dueño de
varios predios en el lugar y también como poseedor en el Parque de una flota de
autos antiguos.
Asimismo, en una entrevista, Castagnini intentó poner paños
fríos a la situación negando el remate del predio, pero tuvo que reconocer la
existencia de la millonaria deuda. En esa entrevista, también mencionó al
vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, como el gestor para encontrarle una
salida a la deuda. Sin embargo, fuentes seguras mencionaron que el propio
Salvador negó de plano cualquier contacto con Castagnini o la Unión Industrial
de Quilmes.
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