Lomas de Zamora :
Crece el trabajo esclavo bajo amparo del
gobierno
Se estima que solo en Lomas de Zamora
hay unos 20.000 talleres clandestinos con miles de personas en estado de
esclavitud
La feria Punta Mogote, la más
grande del mercado de La Salada, tiene unos 8000 puestos de venta de
indumentaria que se abastecen de emprendimientos textiles familiares, pero
también de talleres clandestinos donde los costureros, mayoritariamente
extranjeros, trabajan en condiciones de hacinamiento e insalubres.
Se estima que al menos cuatro talleres proveen a cada uno de
esos puestos y ninguno de ellos está registrado como lo prevé la ley N° 12.713,
que regula el trabajo a domicilio. Funcionan en casas, garajes y habitaciones
con entre siete y ocho personas que confeccionan las prendas en jornadas que
van desde las 7 hasta las 21. En algunos casos se extienden entre las 5 y las
22.
Según información de la ONG La Alameda,
en los alrededores de La Salada y en varios barrios del sur del conurbano funcionan, al menos, 30.000 talleres en los
que trabajan entre 250.000 y 300.000 personas en "condiciones de
esclavitud".
Están disimulados entre las viviendas de Lomas
de Zamora, La Matanza y San Martín. En
2014 la Defensoría del Pueblo de la Nación había estimado que en todo el país
funcionaban 22.000 talleres clandestinos.
El imperio de La Salada:
Ilegalidad y muertes en un negocio millonario
Asesinatos y coimas en las
disputas por el predio
En el 40% de los locales de Punta Mogote, Ocean, Urkupiña y
la desalojada La Ribera (las ferias de La Salada) se venden marcas
falsificadas. El resto -consigna la ONG- comercializa marcas propias o prendas
sin marca.
Todos los puesteros, que alquilan un espacio de ocho metros
cuadrados por entre $ 800 y $ 1500 al día o lo compraron en US$ 100.000, deben
pagar un "permiso especial" para vender marcas truchas.
En Punta Mogote el
peaje diario es de $ 700, en Urkupiña y Ocean sale $ 350 y en La Ribera se
cobraban entre $ 150 y $250.
"Con ese impuesto se recaudaban US$ 700.000 por mes.
Jorge Castillo [el administrador de Punta Mogote] se llevaba US$ 250.000; el
resto se lo repartían los socios o servía para «otros servicios»",
cuestiono el titular de La Alameda y legislador de Bien Común, Gustavo Vera.
Las presentaciones judiciales por talleres clandestinos
son varias.
En una de las últimas, el 11 de Septiembre de 2015, la ONG
denunció ante la AFIP la ubicación de 40 talleres en distintos barrios del
conurbano.
En ese momento tomó intervención la Unidad Fiscal Asistencia
en Secuestros Extorsivos y Trata de Persona (Ufase) -reemplazada en abril del
mismo año por la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex)- para
certificar si se cometían delitos de ese tipo.
"Los precios populares no deben ser sinónimo de
esclavitud, la solución debe ser auditar toda la cadena de producción y
comenzar a regular la actividad de esas personas. Los responsables de La Salada
saben del trabajo esclavo", afirmó Vera.
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