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martes, 20 de octubre de 2009
ANGELA Y DARIO DOS ARTISTAS DE ALTE BROWN
Esta es la historia de dos jóvenes residentes de nuestro partido que el arte los unió en una solida amistad ,
Angela Leiva nativa de Tandil ahora afincada en José Mármol es la ganadora del certamen revelación que el programa "pasion de sábado" promueve a las nuevas voces y por cierto esta jovencita tiene lo suyo una voz que destila sentimiento hace reverdecer a la cumbia santafecina dentro de los tantos estilos que ella transita.
El Dario Teich es un joven artista plastico de Burzaco y posee una basta trayectoria en las artes de importante trazo nos sorprende siempre con sus definidos dibujos a lápiz, técnica que la domina a la perfección.
Como se conocieron ? eso es algo que la vida y el arte solo lo saben, por lo pronto nos sentimos muy felices de contar con jóvenes como ellos .
jueves, 15 de octubre de 2009
Expresa la falta de intervención del Concejo Escolar y denuncia la existencia de obras que se encuentran paralizadas por la inoperancia de funcionarios directamente responsables, y la complicidad de quienes no comprenden la importancia que tiene la Educación Pública para un verdadero proyecto de país. “Como vengo planteando hace mucho tiempo, no puedo creer la liviandad con que El Concejo Escolar se exime de responsabilidad diciendo que son temas que le competen a la Provincia. Es esta institución con jurisdicción municipal, el primer eslabón de la cadena de responsabilidades, teniendo la OBLIGACION no solo de relevar el estado de los edificios escolares sino también de gestionar por las carencias de los mismos. Hay escuelas como la 31 de Glew, o la 1 de Adrogué que sintetizan lo peor de la desidia siendo un fiel reflejo de la situación general con obras paralizadas y en condiciones sanitarias terribles. Hemos solicitado los informes pertinentes y nunca se hicieron eco. Es inaceptable. CON LOS PIBES NO”
miércoles, 14 de octubre de 2009
ESCANDALO CON TINTE MAFIOSO Y ANTISEMITA
Paga $300 mil en coimas o lo "sacan de la cancha"
Según el proveedor de comedores más importante de Brown, el consejero Barbieri le pidió ese dinero. Y presume que lo hizo para "sacarlo de la cancha" y "nombrar a sus contactos".
Golbert realizó esta denuncia en el programa Sentido Común (que se emite todos los lunes a las 22.00 por Somos Norte) en el que también hizo referencia a las pintadas antisemitas e intimidatorias que sufrió en su domicilio particular, por las cuales ya intervinieron el INADI y la DAIA, dado que sus ancestros fueron asesinados en Auschwitz.La increíble situación se da en medio de la demanda de la Asociación de Prestadores del Servicio Alimentario de los Comedores Escolares bonaerenses por el pago de tres meses de servicios por parte del Ministerio de Desarrollo Humano y Familia provincial, que les adeuda a todos los proveedores alrededor de $150 millones de pesos.
En el caso de Almirante Brown se presume que la presión sobre Golbert y otros empresarios tiene que ver con el deseo de Barbieri y de sus pares de “sacarlos de la cancha” para permitir el ingreso de grandes empresas que “lavan dinero con ese servicio” y cotizan a $1 la vianda de comida.
Herramientas ´.
martes, 13 de octubre de 2009
HISTORIAS DE ALTE BROWN
La gargola de la calle Drago en Longchamps
En Diciembre de 1955 conocí al padre de Tatiana. Llegó con mi padre al anochecer – vinieron por el camino oficial que la familia seguía para ir y venir a la estación - y cuando mi mamá lo invitó a refrescarse con sus célebres duraznos en vino tinto no supo, no pudo o no quiso, rechazar el convite y se sentó con mi padre en el jardín y como viejos camaradas se pasaron la jarra de vidrio para llenar los vasos hasta el borde, sin que el bicherío que atraía la luz del porche les ocasionara ninguna molestia, salvo la precaución de tapar con la mano libre el precioso néctar para evitar que alguno de los pequeños monstruos se ahogara en el oceáno del cual se sentían los únicos navegantes.
La jarra vacía y el aviso de la comida servida despidieron al nuevo vecino, quien no quiso quedarse a compartirla.
Por lo que hablaron mis viejos, supe que era el jefe de una familia húngara y que habían llegado desde Australia en el 50, para vivir con un pariente que tenía una casa muy vieja de la calle Drago , a metros del cruce con la calle Londres, más allá del monte de eucaliptus de la quinta Doña Sol, que ocupaba tres manzanas desde Londres hasta 25 Mayo, entre Colón y Drago.
(La calle Drago era en los años 50 el límite Oeste del casco urbano de Longchamps).
Unos días después vinieron a recolectar duraznos de nuestro pequeño monte de dieciocho plantas, la esposa del hombre y sus hijos Boris, Tadeo y Tatiana , de la que aún recuerdo sus ojos de un azul profundo y claro, como el cielo del amanecer en los veranos de Santa Teresita. y una largas trenzas de pelo renegrido.
Así, con el ida y vuelta del intercambio de alimentos (berenjenas en escabeche, ajíes en vinagre, licores, mermeladas, etc.) y recetas para prepararlos, se fue construyendo una amistad que me permitió ser el único testigo de una ceremonia secreta.
Tatiana y su hermano, Boris, me vinieron a buscar el 24 de diciembre, bien temprano, cuando mi tío Raúl encendía el fuego tenue que asaría el lechón trozado de la noche y mi abuela Concepción desplumaba a la multitud de pollos jóvenes del escabeche, que habían nacido en Octubre en la incubadora para 60 huevos Leghorn, calentada a querosene.
Mi mamá envolvió uno de sus panes dulces – mestizo de la gastronomía italiana y la rusa - y me encargó que se lo entregara a la madre de mis amigos húngaros.
Cuando hicimos las casi cinco cuadras y llegamos al jardín de su casa vimos al padre de Boris, su esposa y Tadeo, haciendo una mezcla de cemento, arena y cal sobre un contrapiso desparejo.
El húngaro llenó dos baldes y comenzó a trabajar una forma extraña sobre una pila de un metro y medio de altura de ladrillos trabados. Mientras tanto, su mujer leía en su idioma natal pasajes de un libro antiguo de tapas verdes.
Como mis amigos estaban callados no abrí la boca y cuando la figura monstruosa desplegó sus alas quietas sentí miedo.
La familia rodeó al ser horrendo tomándose de la mano y con un gesto me sumé al círculo tomando con mi derecha la izquierda de la mujer y con mi izquierda la derecha de Tatiana.
- Cuando esta noche llore por ser de piedra nosotros festejaremos la Navidad – dijo el hombre nacido en las riberas del Danubio.
Pasó el tiempo y cuando la familia partió hacia París, Benjamín – el padre - destruyó a la Gárgola, la Guardiana de la Fé.
Con los años, aprendí de Claudio Páleka “La Vida Extraña. Espectros, Vampiros, Custodios y Hombres de Dios”, página 285: “que las Gárgolas custodian las Iglesias y los Templos para que no sean atacados por hordas del mal. En ese sentido su Custodia al Hombre sería indirecta, salvo por el hecho de que cuando se realizan Liturgias y Ritos dentro del recinto Sagrado la Custodia de las Gárgolas se extiende a las personas que participan de ellos. Si bien se trata de una guarda transitoria no deja de ser eficaz. La Gárgola entiende que luego de la Divinidad, lo más valioso de una Iglesia es la misma Asamblea de los Fieles, ladrillos vivientes de la Jerusalén Celestial. Esta guarda especial está centrada en impedir que los demonios del Aire penetren en el psiquismo de las personas. También expulsan a los demonios denominados Egregores y Obsesores que tienen por objeto hacer que los catecúmenos abandonen la Iglesia y la Santa Fé”.
Para la familia de Tatiana, su casa era su Templo y a mí me honraron al permitirme ser Testigo de su protección.
Jamás los volví a ver.
Hoy, cuando a veces paso con mis nietos por la esquina de Alvear y Malvinas Argentinas (aquellas Drago y Londres de mi niñez) miro hacia el lugar donde hay otras casas y si bien siempre les cuento a mis nietos historias fabulosas sobre los habitantes de la Ciudad Fantasma – esa que fue y ya no existe - no me atrevo a hablarles sobre la Gárgola de la calle Drago y sus alas con garfios de acero.
Ellos, como muchos niños de hoy, pueden ver a las gárgolas japonesas ir y venir por las pantallas de la televisión.
Yo , un abuelo que está más en el pasado que en el futuro, sólo tengo el inmenso privilegio de haber visto a un guerrero de piedra llorar una Navidad Para llegar a la casa de Tatiana, Boris y Tadeo íbamos por Londres hasta Drago y doblábamos la esquina.
Estos son los habitantes de esta “ruta”:
Londres, vereda derecha: En el 1900, ninguno. 2011 al 2041 Kondraceviecz, José – 2053 Filiuk, Samuel – 2149 Kerzer, Mauricio – 2165 Zvignica, Ludwig – 2200 Desaga Pablo.
Londres, vereda izquierda: Ninguno en cuatro cuadras.
En Drago, vereda derecha: Ninguno en el 200.
Drago, vereda izquierda: 283 Anisimoff, Andrés (mecánico y cañista) – Borowski, Benjamín (el padre de mis amigos).
Guillermo Compte Cathcart
(Texto que integra Historia de las Familias de Longchamps, de próxima edición)
Hace poco tiempo, al entrevistar a un amigo de la infancia me enteré que Boris había venido a visitarnos en el año 1974. Primero, había ido a mi casa. Mi padre le dijo que yo estaba distanciado de la familia y que no sabía como ubicarme (todos los fines de semana venía del trabajo y los pasábamos juntos, cosa que enojaba al viejo que no compartía esto de trabajar, estudiar y vivir en la casa de mi abuela por unos meses, en Villa Urquiza). Boris había venido por unos negocios y aprovechó la oportunidad para visitarnos , a Pancho y a mí. Dijo que vivía en los Estados Unidos y que Tatiana se había casado con un norteamericano y que tenía una buena y linda familia. La noticia triste fue que Tadeo murió en Vietnam, integrando el cuerpo de Marines. En el panel 60W, línea 8 , del Muro en memoria de los soldados muertos en la guerra figura Tadeusz Jan Borowski, regular del cuerpo de Marines, de 21 años de edad, caucásico, nacido el 28 de Marzo de 1947 – era de Aries como yo, un año y una semana menor – católico, soltero. Murió el 4 de Junio de 1968 en Quang Nam. En esa región esta el Santuario de My Son. En las ancianas torres Cham montan guardia los Dvarapala, los guardianes del templo con un prominente bigote, con un rosario en la mano izquierda y un tridente en la derecha. Estas estatuas son verdaderas gárgolas vietnamitas, que cuidan sus “iglesias” de las criaturas del Mal. Mi amigo Tadeo, hijo de húngaros, nacido en China, quien vivió en Longchamps, murió como un demonio invasor para quienes lo mataron.
ALGO MAS SOBRE LAS GARGOLAS
Las gárgolas eran algo más que una decoración funcional, si bien su significado profundo permanece aún sin determinar. Entre las numerosas que pueblan los edificios medievales no se han podido encontrar dos iguales, demostración de la extraordinaria imaginación de sus constructores.
La documentación contemporánea a su elaboración ofrece muy poca ayuda en la resolución del enigma sobre su significado derivado, en gran medida, de la costumbre medieval por crear ambigüedad, lo que provoca y permite múltiples sentidos.
La gran variedad, tanto en formas como en significados, va en contra del uso típicamente medieval, esto es, educativo; si se quería enseñar es evidente que debía entenderse el mensaje transmitido a través de las gárgolas. Es por ello que encontramos gárgolas no sólo en iglesias y catedrales, sino también en edificios seculares y casas privadasSimbología.Son muchas las explicaciones que se han intentado buscar, a lo largo de los siglos, para explicar el significado oculto de las gárgolas. Se han visto como símbolos de lo impredecible de la vida, pues nunca representan especies animales conocidas.
En otros casos, se ha dicho que son las almas condenadas por sus pecados, a las que se impide la entrada en la casa de Dios. Esta podría ser una interpretación apropiada, especialmente, para las gárgolas más visibles y terroríficas, que pueden servir como ejemplo moralista de lo que puede ocurrirle a los pecadores.
Mi padre, mi madre, mi hermano y yo seguíamos el “camino oficial” para ir y venir a la Estación: Andén, caminito al obelisco, Rivadavia, vereda derecha, Gobernador Arias, vereda derecha, Londres , vereda derecha, Garay hasta casa. Además, saludábamos a distintos vecinos predeterminados para que si nos estaban buscando los otros miembros de la familia podían decir si habíamos pasado o no por la puerta de su casa o negocio.
Estos eran los habitantes de esas calles. Los de Rivadavia ya los hemos mencionado en La esquina de la casa redonda (hasta el 1600).
Gobernador Arias, vereda derecha: 566 Higa, Juan (sus hijos pondrían en los años siguientes al 52 una tintorería, “nuestra tintorería”) – 540 Barroso, Manuel (peluquería de caballeros y damas, “nuestro peluquero”), 502 Giachetti, Juan Pedro (almacén, “nuestro almacén”, padre del creador del museo y archivo histórico de Longchamps).
Gobernador Arias, vereda izquierda: 579 Tozo, Jorge A. – 563 Renna, Atilio – 535 Faga, Julio B. – 523 Pondal, Ventura – 471 y 469 Menéndez , Avelino – 431 Echagüe, Bernardo – 417 Zampone, Pedro – En la manzana del 300 estaba la cancha de Defensores de Longchamps –
Londres, vereda derecha: Ningún vecino en tres cuadras.
Londres, vereda izquierda: Ningún vecino en tres cuadras. (sobre ésta en los primeros 100 metros, la cancha de Defensores de Longchamps)
domingo, 11 de octubre de 2009
En 1983 Jorge Luis Borges publicó en el diario La Nación de Buenos Aires un cuento titulado con una fecha, a la manera del poema que dedicó al suicidio de su amigo el poeta López Merino, Agosto, 25, 1983, en el que alude a ese proyecto de suicidio del día después de sus treinta y cinco años. El texto fue escrito posiblemente en 1976, meses después de la muerte de Madre y permaneció inédito hasta entonces.
Como cada vez que Borges quiere revelar un secreto que lo tortura crea una escenografía literaria en la que el Borges que escribe puede entablar un encuentro y un diálogo con el Borges del ayer, el que protagonizó ese acto que tiene que exorcizar. En su cuento El otro, de El libro de arena (1975) Borges había imaginado un onírico encuentro en 1969 con el Georgie ginebrino y en el diálogo con su joven doble Borges habló por fin del guardado «secreto» de la plaza Dufour. Esta vez es un Borges anciano el que sueña un encuentro con su doble, veinte años menor, en la habitación del ya derruido Hotel Las Delicias de Adrogué donde se iba a consumar el frustrado suicidio. Quizás para aliviar la soledad «hopperiana» de ese cuarto de hotel Borges pergeña el imposible diálogo que es en realidad el monólogo del que quiere desprenderse de un recuerdo obsesivo. Pero el pudor borgiano envuelve siempre la autobiografía en una nube espesa, se quieren dar las pistas pero a la vez juguetonamente se quiere también engañar al biógrafo y se equivocan las fechas o se manipulan los datos. Igual que en los sueños la realidad borgiana no duda en recurrir al anacronismo y un Borges de 1960 utiliza pluma y tintero para apuntar su nombre, a la manera inglesa, en el registro del hotel. Pero cuando intenta hacerlo ve que su nombre está ya escrito en él y además que la tinta está fresca. El Jorge Luis Borges de 1983 se le ha anticipado y ya está arriba, en la habitación 19 del segundo piso del Hotel Las Delicias, esperándolo. Cuando tras empujar la puerta lo reconoce, sentado de espaldas en la angosta cama de hierro «más viejo, enflaquecido y muy pálido» su doble ya había vaciado el frasco que seguía sobre el mármol de la mesilla de luz. Los dos soñaban, pero para uno de los dos era su último sueño. Los dos acababan de cumplir años, uno 61 y el otro 84, y al percatarse de lo que había pasado en ese cuarto el primero murmuró: «Tantos años habrá que esperar». Y enseguida agrega: «Sabía que esto iba a ocurrir. Aquí mismo hace años, en una de las piezas de abajo, iniciamos el borrador de la historia de este suicidio».
Y entonces la memoria plural de los dos Borges que se sueñan reconstruye la historia de 1934: «Yo había sacado un billete de ida para Adrogué, y ya en el Hotel Las Delicias había subido a la pieza 19, la más apartada de todas. Ahí me había suicidado». Pero a la vez el mayor de los dos está anunciándole al menor y a todos los que puedan leer ese cuento el domingo 27 de marzo en La Nación que al día siguiente de cumplir los 84 años Borges va a tomarse todo el contenido de ese frasco y se sentará en la cama de su madre en su apartamento de la calle Maipú a esperar la muerte.
Cuando el menor pregunta qué le espera en el tránsito hasta llegar a ser el otro, el mayor le responde con cierta piedad: «¿Qué puedo decirte, pobre Borges? Se repetirán las desdichas a que ya estás acostumbrado. Quedarás solo en esta casa. Tocarás los libros sin letras y el medallón de Swedenborg y la bandeja de madera con la Cruz Federal. La ceguera no es la tiniebla; es una forma de la soledad. Volverás a Islandia».
La «pereza y la cobardía» dijo Borges, cuando le preguntaron por qué no ejecutó ese 25 de agosto de 1983 lo que había anunciado en su cuento, lo impidieron. La «pereza y la cobardía» habríanse juntado con la certidumbre de que el valor para proyectarlo y ejecutar todos los pasos menos el indefectible del final, era suficiente, y también había abortado ese intento del 34, cuando el día que cumplía los 35 años decidió suicidarse.
Algunas confidencias y alusiones del propio Borges indican a creer que ese día de invierno porteño compró un revólver, en una armería de la avenida Entre Ríos, y una novela de Ellery Queen que ya había leído: El misterio de la cruz egipcia. Con ellas se dirigió a la Estación Constitución, sacó un billete sólo de ida para el no muy lejano pueblo de Adrogué, y se subió a ese tren que él veía esa vez como un tren sin retorno. Vio en el reloj de la pequeña estación que eran «las once de la noche pasadas» y fue caminando hasta el hotel, sintiendo, «como otras veces, la resignación y el alivio que nos infunden los lugares conocidos». Pidió la habitación 19 que «daba a un pobre patio desmantelado en la que había una baranda y, lo recuerdo, un banco de plaza». Y después se preparó para ejecutar el mismo ritual, ante el espejo que reflejaba su cara de hombre que había llegado ya a la mitad del tradicional camino de la vida, que Panchito López Merino había representado con valor. No sabemos si Borges llegó a apoyar el frío cañón sobre la sien y contempló esa imagen en el cristal. Sólo nos consta que no esperó el estampido, concentrándose en el ínfimo músculo del índice que al presionar sobre el gatillo hubiera acabado con él.
Hubo un momento en la interminable vigilia o en el desbocado curso del sueño en el que Borges pensó que el hombre que había podido dar todos los pasos que él había dado era capaz de dar también el último. Y que el hecho de sentirse capaz de hacerlo reconfortaba tanto su atormentado espíritu que ya no era necesario consumarlo. El Borges impaciente de Adrogué que volvió en otro tren a la estación Constitución y a aquel ático piso de Pueyrredón y Las Heras desde el que se presentía esa ciudad de los muertos de la Recoleta.
Pero en su memoria quedó grabada esa escena creada por su impaciencia, y el tiempo la fue modelando de manera que el recuerdo se fuera convirtiendo en una materia ambigua, en algo que pudo haber sido realidad o que pudo haber sido sólo una pesadilla.
sábado, 10 de octubre de 2009
Florencia Kirchner junto a su tía Giselle Fernández Foto: Cedoc
En medio de la polémica por el uso de aviones estatales y privados para los funcionarios del Gobierno, una de las aeronaves de la flota estatal recorrió 6.000 kilómetros sólo para trasladar a Florencia Kirchner, hija de la Presidente, desde Río Gallegos hacia Buenos Aires. El Tango 10, comandado por el piloto Sergio Velásquez, aterrizó en el aeropuerto de Río Gallegos a las 16.20 de ayer. Luego se dirigió a los hangares de la Fuerza Aérea, donde cargó combustible, informó el portal de noticias OPI Santa Cruz. Poco más de una hora después, aparecieron dos camionetas: de una de ellas, una Toyota SW4 sin patente, bajó Florencia Kirchner Flor K, vestida de negro con zapatos claros, saludó con un beso al piloto del avión. No es de extrañar: Sergio Velásquez es un viejo conocido de los Kirchner. Fue Director provincial de Aeronáutica en Santa Crus, piloto oficial de Néstor durante su gobernación, y aún hoy es el aviador de mayor confianza del matrimonio presidencial. También apareció vinculado en la causa por el jet privado del ex Secretario de Transporte Ricardo Jaime. Los acompañantes que viajaban en las camionetas bajaron tres grandes valijas y las cargaron en Tango 10. Florencia subió sóla y a las 18 el avión despegó hacia Buenos Aires, según OPI Santa Cruz.
viernes, 9 de octubre de 2009
Alt.Brown al mundial.
Los alumnos del Nacional mantienen la toma del colegio 2009-10-08 00:00:00Los estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires siguen con la medida de fuerza que iniciaron hace 12 días para reclamar que las autoridades del centro educativo retire las sanciones que aplicó a 12 alumnos que se retiraron de la escuela para participar de una marcha. De todos modos, algunos docentes retomaron el dictado de clases.
Los estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires sostienen la toma del establecimiento educativo, que realizan desde hace siete días, para reclamar que se revisen las sanciones disciplinarias impuestas a 12 chicos que se retiraron de clase para ir a la marcha por un nuevo aniversario de "La Noche de los Lápices".
miércoles, 7 de octubre de 2009
Actividad Culturales Agosto |
Casa municipal de la cultura AGENDA AGOSTO 2009 Durante todo agosto se exhibirán en el espacio "María Vaner" productos del programa "Brown Emprendedores". Sábado 1 Jueves 6 Viernes 7 Sábado 8 Domingo 9 Jueves 13 Viernes 14 Sábado 15 Viernes 21 Sábado 22 Viernes 28 Sábado 29 Domingo 30 CULTURA POR LA CIUDAD Con el objetivo de descentralizar la cultura, comienza en Almirante Brown el programa "Cultura por la ciudad" destinado a que espectáculos artísticos -teatro, música, exposiciones o danza-, se exhiban en diferentes bares de cada localidad.
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