AGONIZA EL MODELO KIRCHNERISTA
2013: El 40,3% votaría a la oposición y el
15,9 al oficialismo
Es uno de los resultados de la encuesta
nacional de Management & Fit.
Para ver la
encuesta completa, clic en:
La vuelta al mundo del 8N
Sin fronteras y bajo el estímulo de las
nuevas tecnologías, llega el día en el cual se consolida la génesis de la
dignidad.
Se impone, en la Argentina de Hamlet, el
8N.
El 8N de los
individuos que han creado implícitos lazos de solidaridad en un colectivo que,
a pesar de haber sido ninguneado por la negación compulsiva de un Gobierno
enarbolado en la sensación de todo aquello que no le es funcional u obsecuente,
siguió adelante.
Sin simulacros se
imponía la necesidad de programar una nueva fecha posterior al 13S. Surgía, en
el ahogo que encontraba respiro, la idea de un nuevo encuentro que fue tomando
forma. Hasta consolidarse, con desmesura, mediante el activismo de las redes
sociales de la ultra modernidad: Twitter y Facebook.
Otra fecha. Otro
momento. Otro espacio en el cual, la masa que para el Gobierno padece de
alusiones de Inseguridad, Corrupción, Impunidad, Desigualdad, Arbitrariedad,
Autarquismo y velo de Igualdad e Inclusión, pudiera volver a expresarse.
Expresarse sin la mediocridad del ocultamiento. Sin la banalización de los
hechos. Expresar más allá de las ideologías. De los partidos. De las apatías y
empatías.
Expresar, que los
datos de la realidad, conmueven por trágicos. No por imaginarios.
Conmueven por la
crudeza de una cosecha de cadáveres que son vueltos a matar con esa Justicia
deficitaria. Tan absorbida y deteriorada por la Injusticia
acomodaticia.
8N de la dignidad
Una fecha. El 8N.
Para que la sociedad se reúna nuevamente. Con pesares individuales y comunes
que hacen a la dinámica de un país Agotado. Agobiado. Expuesto.
Individuos, tal
vez, con diferentes puntos de vista. Con matices. Pero con esa necesidad de
respirar dignidad. De rescatar esos valores menoscabados. De atender a la
importancia de la educación y la familia como Instituciones que no pueden estar
sujetas a la grosería de la ignorancia armada para captar infames voluntades
que van detrás de lo fácil. De lo que en realidad, con el tiempo, es sólo un
paliativo. Un espejito mal fabricado. Un plan o un vaciamiento de aulas por
burda confrontación.
El 8N vislumbra
un manantial de Esperanza. Es manantial de expectativas y certezas.
Expectativas de cambios. Certezas de unión.
El 8N marcará,
independientemente de las lecturas de la difamación del encuentro, el inicio de
un cambio de paradigma. Porque a diferencia de otras protestas, la del 8N, con
su antesala en el 13S, tiene que ver con salvaguardar el bienestar general. El
bien común. El derecho a la vida que lo tenemos rifado en manos de ese Crimen
Organizado local (Narco Maras). O el que dicen que no se ha importado.
Se parte, en la
motivación primaria, de la necesidad de Vivir sin miedos. Sin la pelea odiosa o
el demencial monólogo del reto.
El 8N moviliza al
mundo en sus epicentros argentinos que quieren terminar con el desquicio ante
la soberbia. Abolir el odio desde todos los lugares. En todas las esferas. Ese
Odio que, a partir de la degeneración del relato, es utilizado para sembrar el
miedo. Sin embargo, el 8N no hay miedo. Hay, Valores por rescatar.
Hay hambre de
Verdad. Hay una búsqueda de país. País en el que la Anomia , no sea la
protectora de todos aquellos hechos que lo único que profundizan, es la
descomposición del tejido social expuesto a una patología que parte desde
arriba y busca expandirse.
Por eso, El #8N,
es un límite al atropello. Que se proyecta, en la intensidad del después, en la
forma de pensar la construcción del poder. Es decir, que dicha construcción no
se convierta en una enfermedad personal que cierre las puertas al capital
cultural de un país que necesita establecer lazos simbólicos pero también,
lazos reales para estimular el desarrollo.
Voraz 8N: La energía de la dignidad
Este nuevo
encuentro social, de protesta genuina, sin simulacros de molestias, dará la
vuelta al mundo. Recorrerá América. Desde puntos claves de Estados Unidos,
pasando por México, Panamá, Paraguay y más.
Se movilizará en Europa y en todos los puntos incalculables a los que
llegan, con voracidad, las redes. Que se auto convocan.
Y con el correr
de las horas, con el frenesí de la diferencia horaria, en Argentina,
recibiremos la Energía
de la Dignidad. De
este 8N que estalla colosal.
Final sin Cepo
El 8N es el
producto de una Sociedad que no quiere un cepo a su dignidad. Que no quiere
venta de utopías sino generación de proyectos que nos amparen socialmente.
Una Sociedad que
aspira, a que las trabas, las tengan los delincuentes.
El 8N no tiene
Cepo. Y es la consecuencia de la tergiversación obscena que desembocó en
hartazgo. Y las tecnologías, ayudaron a la concreción de este proceso social
que ya no está anclado en el pasado de la lucha de clases sino en la
construcción de una estructura crítica de alteridad como fuente de crecimiento.